La lluvia que comenzó a caer el lunes (9) por la tarde y se mantuvo con bastante intensidad hasta el martes (10), ayudo junto con el trabajo de los combatientes a aplacar el voraz incendio que durante seis días se mantuvo incontrolable. Lamentablemente una vez más la mano del hombre y la intencionalidad, pusieron en vilo a toda una comunidad y sus alrededores; fueron más de 4.000 hectáreas desbastadas, 7 viviendas quemadas , y muchas vidas humanas en riesgo.
El día de mayor actividad y tensión fue el sábado, en horas de la tarde, la intensidad del viento y las altas temperaturas sumadas a otra serie de factores meteorológicos, empeoraron la situación, hubo que evacuar un sector de Rincón de Lobos, Puerto Patriada, El Pedregoso, paraje el Desemboque, Barrio El Sauzal, y parte de Rincón Currumahuida.
Por esas horas todo esfuerzo parecía poco, bomberos, brigadas, cuadrillas voluntarias, vecinos y vaqueanos conocedores de la zona combatían el fuego intentando salvaguardar la mayor cantidad de viviendas posibles, poniendo en riesgo sus propias vidas.
El día más crítico sin dudas fue el sábado(7) , ya que la propagación del fuego afectaba distintos sectores rurales con varios frentes , haciendo que todo recurso humano y equipamiento fuera poco para contener las llamas que por varias horas se tornaron imparables.
Fueron en total 7 las viviendas siniestradas( 2 el miércoles en Patriada), el sábado1 en El Pedregoso y 4 en Barrio El Sauzal y Laguna Salamin; mientras que con el correr de los días se irá informando el relevamiento de daños y perdidas materiales del sector productivo( galpones, alambrados, mangueras, plantaciones etc).
Fueron en total 7 las viviendas siniestradas( 2 el miércoles en Patriada), el sábado1 en El Pedregoso y 4 en Barrio El Sauzal y Laguna Salamin; mientras que con el correr de los días se irá informando el relevamiento de daños y perdidas materiales del sector productivo( galpones, alambrados, mangueras, plantaciones etc).
En materia meteorológica, durante los seis días de mayor tensión y situación crítica de la emergencia, los factores que jugaron negativamente en la contención del fuego, fueron las altas temperaturas, la gran sequía , los fuertes vientos y plumas de ceniza volcánica, estos dos últimos factores sumados a la baja visibilidad por humo, complicaron por momentos la operatividad aérea de los tres aviones Hidrantes del Plan Nacional del Manejo del Fuego y de un helicóptero de Gendarmería, disponible para el transporte de personal y sobrevuelo de observación de toda el área afectada.
Durante los días de mayor actividad ígnea, trabajaron sobre las líneas de fuego entre 150 y 200 combatientes, más un número similar de expertos y colaboradores abocados a la parte logística. A esto hay que agregar el trabajo denodado de cuadrillas de vecinos organizados, juntas vecinales, particulares y personas que voluntariamente colaboraron tanto en el combate de las llamas como así también la atención y asistencia alimentaria a brigadistas y bomberos.
Al cierre de esta edición el parte oficial de la Servicio Provincial de Manejo del Fuego dependiente de la Dirección General de Bosques y Parques del Chubut , informaba que aún quedaban números puntos calientes en el interior y en los bordes del área afectada, que estaban siendo combatidos por 72 brigadistas y el trabajo de los aviones hidrantes. En terreno los trabajos realizados por esas horas consistían en la localización de puntos calientes, su enfriamiento y la construcción de líneas cortafuego con herramientas manuales alrededor de los mismos.
Este jueves Defensa Civil Municipal, aún mantenía el estado de alerta amarilla dentro del área afectada, y solicitaba a la población mantenerse atenta ante la posibilidad de nuevos focos , solicitándose dar inmediato aviso a los bomberos voluntarios a la línea telefónica gratuita 100 o al 471515.
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