La Dirección de Área Programática de Esquel, dependiente de la Secretaría de Salud de la provincia, llevó adelante una charla interinstitucional sobre la floración masiva de la Caña Colihue; con el objetivo de poner en conocimiento de las distintas organizaciones aspectos preventivos relacionados por un lado con los incendios forestales, tendientes a evitar el contagio del hantavirus.
El fenómeno de floración está ocurriendo actualmente en la zona sur del Neuquén, oeste de Río Negro y norte de Chubut. La charla informativa estuvo orientada a referentes de hospitales, municipios, Dirección General de Bosques; Parques Nacionales; Gendarmería y Policía.
El biólogo Germán Aldai, integrante del Departamento Zonal de Salud Ambiental de la provincia, brindó detalles sobre la Caña Colihue explicando que "es una especie que todos los años florece pero una vez cada 70 años de vida da mucha cantidad de semillas y ese fenómeno tiene una doble incidencia: por un lado, tenemos mucha materia vegetal seca, con alto riesgo de incendio al menos por 10 años porque la caña se cae pero no se descompone, entonces por ese tiempo en los parques nacionales y de bosques naturales tenemos una alta tasa de probabilidad de incendios; por otro lado, esta gran cantidad de semillas es el alimento preferido de muchas especies, entre ellas del roedor. Justamente el roedor que nos interesa, que es el colilargo, es un granívoro por excelencia. Si en condiciones normales de población tenemos todos los años casos de Hantavirus, en un evento donde la cantidad de roedores puede crecer hasta 14 veces, la probabilidad de encuentro entre pobladores y ratones es más grande y, por lo tanto, la probabilidad de contraer Hantavirus es mayor".
El biólogo Germán Aldai, integrante del Departamento Zonal de Salud Ambiental de la provincia, brindó detalles sobre la Caña Colihue explicando que "es una especie que todos los años florece pero una vez cada 70 años de vida da mucha cantidad de semillas y ese fenómeno tiene una doble incidencia: por un lado, tenemos mucha materia vegetal seca, con alto riesgo de incendio al menos por 10 años porque la caña se cae pero no se descompone, entonces por ese tiempo en los parques nacionales y de bosques naturales tenemos una alta tasa de probabilidad de incendios; por otro lado, esta gran cantidad de semillas es el alimento preferido de muchas especies, entre ellas del roedor. Justamente el roedor que nos interesa, que es el colilargo, es un granívoro por excelencia. Si en condiciones normales de población tenemos todos los años casos de Hantavirus, en un evento donde la cantidad de roedores puede crecer hasta 14 veces, la probabilidad de encuentro entre pobladores y ratones es más grande y, por lo tanto, la probabilidad de contraer Hantavirus es mayor".
Por su parte, la Dra Liliana Bogni, quien también tuvo a su cargo una exposición de la charla explicó: "es la segunda reunión que se plantea con instituciones donde fueron invitados representantes del I.N.T.A, de las municipalidades de Esquel y Trevelin, de los hospitales, de los Parques Nacionales Lago Puelo y Los Alerces, la Universidad Nacional de la Patagonia, la Dirección de Bosques y Parques, Gendarmería y Policía. La idea es hacer un enfoque interinstitucional del fenómeno de floración de caña colihue porque todas las instituciones tienen conocimiento sobre el medio ambiente y cómo disminuir el impacto que pueda producir este fenómeno natural muy espaciado en el tiempo. El objetivo es disminuir el impacto que este fenómeno pueda tener en la población".
La Dra Bogni enfatizó que "no hay una vacuna ni un tratamiento específico para el Hantavirus, por eso es tan importante la prevención a través de medidas que son básicas como tener la casa limpia, los platos ordenados, una correcta disposición de la basura, evitar crear basurales próximos a la vivienda, no tener yuyos, pastos o mosquetales cerca de las viviendas".
En cuanto a los datos estadísticos relacionados con el Hantavirus, la Dra Bogni informó que "desde el año 1988 hasta diciembre de 2010 en el Área Programática Esquel se han presentado 61 casos que han sido diagnosticados en nuestra área endémica, que es la zona cordillerana. El grupo etario afectado son personas jóvenes, de 4 a 60 años, la mayor parte de los casos son personas de sexo masculino y la mayor parte de ellos tiene su viviendas instaladas en las zonas rurales, periurbanas, las zonas periféricas que están en contacto con ambientes más naturales. La tasa de letalidad del Hantavirus es elevada, es una tasa del 36%, y lo que es importante es hacer un diagnóstico precoz" y concluyó informando que "la intención no es alarmar sino prevenir".
La Dra Bogni enfatizó que "no hay una vacuna ni un tratamiento específico para el Hantavirus, por eso es tan importante la prevención a través de medidas que son básicas como tener la casa limpia, los platos ordenados, una correcta disposición de la basura, evitar crear basurales próximos a la vivienda, no tener yuyos, pastos o mosquetales cerca de las viviendas".
En cuanto a los datos estadísticos relacionados con el Hantavirus, la Dra Bogni informó que "desde el año 1988 hasta diciembre de 2010 en el Área Programática Esquel se han presentado 61 casos que han sido diagnosticados en nuestra área endémica, que es la zona cordillerana. El grupo etario afectado son personas jóvenes, de 4 a 60 años, la mayor parte de los casos son personas de sexo masculino y la mayor parte de ellos tiene su viviendas instaladas en las zonas rurales, periurbanas, las zonas periféricas que están en contacto con ambientes más naturales. La tasa de letalidad del Hantavirus es elevada, es una tasa del 36%, y lo que es importante es hacer un diagnóstico precoz" y concluyó informando que "la intención no es alarmar sino prevenir".
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