Martín Zacchino sostuvo que desde la Fiscalía se ve con preocupación que cada vez que interviene la Cámara Penal en un recurso reduce la pena de los imputados. “Los jueces no se han acostumbrado todavía a ver a las víctimas”, apuntó señalando que es necesario que se detengan a analizar la necesidad de justicia y los requerimientos de los damnificados en los hechos que se juzgan.
Luego de conocer el contenido de la sentencia que redujera en dos años la pena a los dos autores de una serie de robos y una violación en la zona de la Cascada, el fiscal Martín Zacchino habló con la prensa para manifestar la disconformidad de los fiscales respecto de las resoluciones de la Cámara Penal. El representante del Ministerio Público se mostró preocupado en dos sentidos, por una parte por lo que consideró como una reducción sistemática de las penas impuestas por los tribunales de primera instancia, y por la situación desventajosa de las víctimas que se quedan prácticamente sin posibilidad de recurso para que estas decisiones sean revisadas por un tribunal superior.
La cuestión de las penas
El juicio en el que fueron encontrados culpables los imputados Fabián González y Sergio Cirilo, duró varias jornadas y en él, la Fiscalía solicitó la imposición de una pena de 26 años de prisión para González y 21 años para Cirilo. “Todo esto tuvo un desarrollo, un análisis previo, un estudio de la situación, de los imputados, de las víctimas, de los hechos en particular y fundamentalmente del efecto que debía cumplir la pena en las personas”, indicó Zacchino, agregando que el tribunal de juicio hizo su propio análisis y aplicó penas mucho más bajas a las requeridas por el Ministerio Público Fiscal, 17 años para González y 15 años para Cirilo. “Si bien hay mucha diferencia entre lo que requirió el Ministerio Público y lo que se les aplicó, no menos cierto es que el análisis que hizo el tribunal de juicio también ha sido razonado, también ha tenido una explicación jurídica de por qué ese era para ellos el monto adecuado.
Lo impugnado
La impugnación presentada por los defensores fue tratada por la Cámara Penal, conformada por un juez de Esquel, Víctor Sarquís, una juez de Trelew, Mónica Rodríguez y un juez de Comodoro Rivadavia, Daniel Pintos. Y pese a que se rechazó la nulidad planteada al fallo, los jueces Rodríguez y Pintos, con el voto en disidencia de Sarquís, bajó en dos años la pena impuesta a ambos imputados.
Martín Zacchino anticipó que analiza la posibilidad de presentar un recurso extraordinario, por considerar que la Cámara habría analizado cuestiones que le están vedadas al marco de su función. “Este es un hecho gravísimo, pero no acá… es un hecho grave en Buenos Aires, Rosario, en la gran Córdoba… es un hecho de ribetes exagerados, que amerita un tratamiento penitenciario muy serio”, indicó.
¿Todos se equivocan?
“Empezamos a ver con preocupación, que la Cámara Penal, sistemáticamente, reduce la pena de los imputados”, apuntó el Fiscal indicando que le llama la atención que puedan equivocarse todos los jueces de todos los juicios al momento de fijar las penas, y estas deban ser siempre, salvo pocas excepciones, modificadas cuando interviene la Cámara.
Uno de los aspectos puntualizados en la rueda de prensa, fue el análisis realizado por la Dra. Rodríguez, respecto de los efectos de la ingesta alcohólica de los imputados al momento del hecho. “Una ingesta alcohólica no implica técnicamente que haya una alcoholización, esto hay que probarlo, hay que graduar alcohol en sangre… nada de esto la defensa trabajó ni probó en el debate. No entiendo como un integrante de la Cámara Penal puede tomar esto como un argumento para bajar la pena”.
Invisible
“A los jueces de nuestra provincia no se han acostumbrado todavía a ver a la víctima. No la ven. Ven al imputado, ven sus garantías, ven sus derechos, ven su actuación en el juicio, ven a sus defensores y demás, se ve al fiscal como representante de las víctimas, podría llegar a decir que se analiza y se ve también a los querellantes, pero a la víctima, a esta persona por años silenciada en el proceso penal no estamos acostumbrados a verla. A ponderar sus sensaciones, sus requerimientos, su necesidad de justicia”, apuntó Zacchino.
“Empezamos a preocuparnos de para qué llegamos a juicio si en definitiva no vamos a obtener la pena. De ahí por qué ha habido tantos juicios abreviados en los últimos dos años”, sostuvo Zacchino, mencionando que se opta por esta vía porque no se quiere llegar a juicio frente a la posibilidad de una ostensible reducción de pena.
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