"Sentimos
una emoción inmensa. Obviamente que no es alegría. No celebramos esta ley.
Nosotros llevamos un duelo muy largo: mi hija agoniza desde hace tres años.
¿Alguien sabe lo que eso significa?" , dijo Selva Herbón, la mamá de
Camila, una niña de 3 años que desde que nació se encuentra en estado vegetativo
por culpa de una mala praxis en el parto y que ayer siguió en persona el debate
legislativo.
"Confiamos en que esta ley sea un punto de inflexión que nos
permita seguir adelante a todos. Que Camila pueda dar el paso que sigue y que
nosotros podamos continuar con la vida", señaló Selva a la prensa luego de la
aprobación de la ley.
"Camila no siente, no oye, no habla, no llora, no
sonríe, no puede jugar; no puede hacer nada de lo que un chico de tres años
puede hacer, porque se encuentra en un estado vegetativo irreversible",
dijo la mamá de la nena que hace dos semanas, cumplió tres años en
el Centro Gallego en donde permanece internada desde su nacimiento.
Selva y Carlos Sánchez, los padres, están convencidos de que su hija
está trabada artificialmente entre este mundo y el más allá solamente por
razones legales, ya que hasta ayer la
ley argentina prohibía a los médicos dejar de administrar los servicios que
mecánicamente mantienen con vida a alguien que se encuentra en estado
irreversible.
"Lo que pedimos es que dejen a la vida continuar su
curso natural, que no se lo impida en forma artificial", repitió una y
otra vez esta madre que se convirtió en la abanderada de las familias que
tienen algún miembro en estado vegetativo y que reclaman para ellos una muerte
digna.
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